Ponemos en un bol amplio la picada de carne y los huevos batidos y mezclamos. Agregamos el pan desmigado y un chorrito de leche (aproximadamente unos 30 ml).

Mezclamos y añadimos el ajo en polvo, el perejil picado y la sal y la pimienta negra (estas últimas al gusto) y mezclamos de nuevo para que se integre todo.

Cubrimos el bon con papel film y dejamos reposar en la nevera 30 minutos. Pasado el tiempo de reposo vamos cogiendo porciones de la masa con las manos y hacemos bolitas, (le damos forma de albóndigas), a mí me salieron 14 unidades grandes, pero el tamaño lo decidís vosotros.

Una vez que tenemos nuestras albóndigas preparadas ponemos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite y cuando esté caliente las echamos y doramos a fuego medio-alto por todos los lados, cuando tengan color las retiramos y reservamos en un plato cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

En el mismo aceite donde hemos dorado las albóndigas vamos a pochar la cebolla junto con un poquito de sal a fuego medio durante 10 minutos. Agregamos los taquitos de jamón y los salteamos a fuego medio-alto un par de minutos. Incorporamos la harina y cocinamos a fuego medio y removiendo un par de minutos hasta que se haya integrado totalmente.

Vertemos la cerveza negra y cocinamos a fuego alto un par de minutos para que se evapore el alcohol. Añadimos el caldo y dejamos que nuestra salsa se haga a fuego medio unos 20 minutos. Retiramos del fuego y trituramos bien asegurándonos que no nos queden grumos.

Volvemos a llevar nuestra salsa al fuego y dejamos cocinar 5 minutos a fuego medio. Agregamos las albóndigas y cocinamos todo junto a fuego medio unos 20 minutos más.

Ya tenemos nuestro plato listo, podéis acompañar las albóndigas con unas patatas fritas o un poquito de arroz cocido, eso sí no olvidéis el pan, lo echareis en falta para mojar la salsa. Espero que os guste!!