Ponemos a remojo las lentejas unas ocho horas antes de la preparación de la receta.

En una olla a presión rehogamos en unas tres cucharadas de aceite el ajo picado, antes de que tome color añadimos la cebolla troceada, sofreímos, pizca de sal, añadimos el chorizo en rodajas, que suelte la grasilla, un poquito de pimentón, dar vueltas rápidamente para que no se queme que amarga.

Troceamos en brunoise pequeñita el tomate y lo añadimos al sofrito, damos unas vueltecitas y añadimos las lentejas, la zanahoria y la patata, agua que las cubra, la hoja de laurel y la pastilla de caldo.

Cerramos la olla y cuando alcance la presión cocemos unos tres minutos. Tendremos en cuenta que al enfriar espesa, por eso debemos dejarlas un poco líquidas. En mi tierra se acostumbra a hacer un refrito de ajos y fuera del fuego se le añade una punta de pimentón

Podemos transformar esta receta en una riquísima crema pasándola por un pasapurés y añadiendo un chorrete de aceite en crudo

NOTA personal, para asimilar más fácilmente el hierro que contienen las lentejas, es recomendable concluir con una fruta o zumo rico en vitamina C, naranja, kiwi, fresas