Arroz con sepia en salsa de ñoras

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña

Yo era-soy una hooligan de la gran marca sueca de muebles de letras amarillas y fondo azul, y me defino así porque me da cosita, volverme, a estas alturas, una detractora. Pero claro, con lo que me gustan los números, tarde o temprano iba a pasar, y estos días he hecho cálculos.
El caso es que me compré unas cajas en el susodicho establecimiento y, tardé una media de 37 minutos en montar cada una. Y no es que no sea mañosa, mi destreza manual junto a mi capacidad tridimensional siempre han sido alabadas —de acuerdo, no tengo abuela, pero eso no viene al caso—. Pero si le sumo a los 73€ (que pague tras teclear por enésima vez el código postal —imaginario—), al indefectible coste hora/hombre de la mano de obra, los precios no son excepcionales. Calculemos: si mi hora de trabajo son (supongamos) 50€, entre lo que tardé en hacer cada mueble y los 100 minutos entre ir-venir y el recorrido obligatorio por la tienda, una sencilla operación aritmética, me lleva a la conclusión de que el precio real del absurdo mueble es de casi 220€ (gasolina aparte) y, encima acabo con la espalda destrozada.
De todos modos, si eres una acaparadora de libros y vinilos y, pides presupuesto a un carpintero tradicional para que te construya una estantería en la que guardarlos, no te quepa duda de que gritarás: “Viva la llave Allen”.

Arroz con sepia en salsa de ñoras

Yo era-soy una hooligan de la gran marca sueca de muebles de letras amarillas y fondo azul, y me defino así porque me da cosita, volverme, a estas alturas, una detractora. Pero claro, con lo que me gustan los números, tarde o temprano iba a pasar, y estos días he hecho cálculos.
El caso es que me compré unas cajas en el susodicho establecimiento y, tardé una media de 37 minutos en montar cada una. Y no es que no sea mañosa, mi destreza manual junto a mi capacidad tridimensional siempre han sido alabadas —de acuerdo, no tengo abuela, pero eso no viene al caso—. Pero si le sumo a los 73€ (que pague tras teclear por enésima vez el código postal —imaginario—), al indefectible coste hora/hombre de la mano de obra, los precios no son excepcionales. Calculemos: si mi hora de trabajo son (supongamos) 50€, entre lo que tardé en hacer cada mueble y los 100 minutos entre ir-venir y el recorrido obligatorio por la tienda, una sencilla operación aritmética, me lleva a la conclusión de que el precio real del absurdo mueble es de casi 220€ (gasolina aparte) y, encima acabo con la espalda destrozada.
De todos modos, si eres una acaparadora de libros y vinilos y, pides presupuesto a un carpintero tradicional para que te construya una estantería en la que guardarlos, no te quepa duda de que gritarás: “Viva la llave Allen”.

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Ingredientes

20 minutos
3 Comensales
  1. 250 gArroz largo
  2. 1Sepia grande (aprox. 1 kg)
  3. 4 DientesAjo
  4. 2 CucharadasPulpa de ñora
  5. 1/2 VasoAlbariño
  6. 1/2 CucharaditaComino
  7. 1/2 CucharaditaEscamas de chile
  8. 1/3 CucharaditaPimienta negra
  9. 2 HojasLaurel
  10. Aceite de oliva virgen extra
  11. Sal
  12. Cebollino (para decorar)

Paso a paso

20 minutos
  1. 1

    Cortamos la sepia en dados. Reservamos.

  2. 2

    Ponemos la pulpa de ñoras en un mortero junto con los dientes de ajo y las especias y, majamos todo muy bien hasta que forme una pasta. Reservamos.
    Por otro lado, hervimos el arroz con las hojas de laurel, un poco de sal y aceite. Sacamos y escurrimos cuando esté al dente. Reservamos.

  3. 3

    A continuación, ponemos la sepia en la sartén, y la doramos a fuego medio.

  4. 4

    Cuando la sepia esté medio hecha, añadimos los ingredientes del mortero y el albariño. Dejamos cocer unos minutos más y ya está listo.

  5. 5

    Para emplatar: ponemos una cama de arroz y sobre esta, la sepia con su salsa.

  6. 6

    A disfrutar!

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Cocinar hoy
Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña
Me encanta recorrer el mundo en cada bocado.Apasionada del mar, de los viajes, de la astronomía y de los libros. Poco golosa pero exigente con la calidad de los productos. ¿El final perfecto de cualquier instante gastronómico? La buena compañía... tanto a la hora de prepararlo en la cocina, como al sentarse en la mesa. Porque disfruto cocinando con y para los míos; me encanta ese desafío de conectar con mis comensales, de compartir y de no sólo hacer disfrutar a las papilas gustativas. De crear, en definitiva, un momento, un recuerdo y un vínculo con los que quiero.
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Comentarios (14)

Francisco Bedia
Francisco Bedia @fb46
Que buena pinta, me lo guardo para hacerlo la próxima semana con unas sepias que tengo en el congelador. Ya te contaré que tal

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