Preparación del bizcocho:

En un bol echamos los huevos junto con el azúcar y removemos bien hasta que doble su volumen.

Tamizamos la harina con la levadura y la pizca de sal, mezclamos bien todos los ingredientes.

Ponemos papel de horno en la bandeja y precalentamos el horno a 180º C.

Vertemos la mezcla extendiendo bien con una espátula de silicona y lo metemos en el horno 10 minutos.

Sacamos el bizcocho del horno y en otro papel vegetal (de horno) o en un trapo limpio, le damos la vuelta al bizcocho y todavía caliente, lo enrollamos con cuidado que no se rompa y lo dejamos reposar hasta que se enfrié.

Para el relleno:

La nata y el recipiente deberán estar fríos, para montar la nata, batimos bien la nata hasta montarla y reservamos.

Separamos las claras de la yemas y en un bol montamos las claras a punto de nieve, reservamos.

Mezclamos las yemas junto con el azúcar y las incorporamos a las claras, removemos bien.

Ahora echamos a esta mezcla la nata montada, mezclamos con la espátula y poco a poco vamos incorporando el queso mascarpone, removemos bien hasta que todo este bien integrado y reservamos en la nevera.

Para el almíbar:

Ponemos el agua con el azúcar y el licor de cereza o el que mas os guste, el licor es opcional.

Lo dejamos a fuego medio y lo llevamos a ebullición un par de minutos, hasta que el azúcar se haya disuelto y lo retiramos del fuego.

Lavamos y cortamos las fresas en trozos pequeños y las mezclamos en el relleno que tenemos reservado en la nevera.

Desenrollamos el bizcocho y con un pincel bañamos bien el bizcocho.

Con la espatula extendemos el relleno por todo el bizcocho y vamos enrollandolo de nuevo.

Ponemos el bizcocho ya enrrollado en una rejilla o una bandeja donde extenderemos el resto de la mezcla, lo meteremos en la nevera y de un dia para otro esta mejor.

Que disfruteis!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!