Trocear el pollo en tiras de un tamaño similar al dedo gordo.

Preparar el adobo, añadiendo en un bol: el laurel, los dientes de ajos machacados, el pimentón dulce y el picante, una cucharada de orégano, una cucharadita de comino, el vaso de vinagre, el vaso de agua, la guindilla, una pizca de sal y pimienta y un chorrito de aceite.

Cuando tengamos todas las especias mezcladas en el bol añadimos el pollo y lo dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 3 horas, aunque os recomiendo que lo preparéis de noche y lo dejéis hasta el día siguiente (están mucho más buenas).

Una vez haya pasado el tiempo, sacamos las tiras de pollo del bol con ayuda de una cuchara o tenedor y la empanamos con doble empanado para que queden crujientes.

Freímos y servimos.