Primero pongo el agua a hervir en una olla. El paquete dice 2 litros pero mi técnica es ponerle 2 litros y medio. Cuando está por comenzar el hervor agrego la sal y la manteca para que se vaya derritiendo.

Cuando comienza a hervir el agua agrego la polenta en forma de lluvia y siempre mezclando con batidor manual. Descubrí que con el batidor no se forman grumos. Y con la cuchara de madera siempre se me quedaba lleno de grumos.

Mi secreto es que no lo cocino solo un minuto como dice el paquete. Sino unos minutos más y a fuego muy bajo y siempre mezclando.

Después de tres minutos más o menos, le agrego la leche siempre mezclando sin parar y a fuego bajo. Tengan cuidado porque la polenta salpica y quema mucho.

En total la cocino unos 5 o 6 minutos. Siempre mirando que no se seque sino sigo agregando algo de leche. Y por eso es que queda tan cremosa.

Por último le agrego un poquito de queso rallado y mezclo bien.

Queda una consistencia súper cremosa.

Yo la dejo reposar como 15 minutos antes de servir. Y cada tanto mezclo.

A mi hijo y a mi nos gusta solo con queso rallado encima.

Pero a mi esposo le gusta con alguna salsa. Se hizo una con tomate y carne picada.