Mientras preparamos el relleno sacamos las obleas de empanadillas de la nevera para que de despeguen mejor. En un bol ponemos tomate frito casero, el atún en corserva con el aceite muy bien escurrido. Le añadimos el huevo cocido rallado para que se integre mejor y un puñado de queso rallado al gusto. Mezclamos todo hasta que obtengamos una masa homogénea.

Otra variante es añadirle al tomate frito casero un sofrito de pimiento verde y cebolla con ajo en polvo y no ponerle queso. Como a mi niña no le gusta así opto por este relleno sin verduras, más del gusto infantil. Disponemos el relleno como vemos en la foto, solamente en una mitad.

A continuación doblamos la oblea y sellamos bien los bordes con ayuda de un tenedor. Si lo deseamos podemos pintarlas con la yema de un huevo con un pincel de cocina antes del horneado, les dará un aspecto y sabor aún más apetecible.

Precalentamos el horno a 200 grados y las horneamos arriba y abajo sobre papel de horno unos doce minutos, hasta que estén doraditas. Y listo, al ser de tamaño mediano con un par de ellas por comensal es más que suficiente. Buen provecho a todos.