Preparamos todos los ingredientes

Molde a usar: redondo, desmontable, 22 cm. de diámetro por 9 cm. de alto, base con papel de hornear. Triturar las galletas hasta convertirla en harina, añadir la mantequilla derretida y mezclar todo muy bien hasta formar una pasta

Poner la pasta de galletas en la base del molde, presionar muy bien con una cuchara por todas partes, igualar bien. Meter el molde en el frigorífico mientras preparamos el relleno.

Precalentamos el horno a 175 grados calor arriba y abajo. Separar las claras de las yemas. Montar las claras a punto de nieve, reservar. En el bol de las yemas ponemos el azúcar, la ralladura de limón, la esencia de vainilla y mezclar bien con varillas manuales.

Añadir el queso mascarpone, el queso ricotta, los 2 yogures y mezclar bien (con varillas manuales)

Añadir la harina de poca en poca cantidad tamizada y mezclar muy bien, no puede quedar grumos

Añadir a la masa las claras montadas de poca en poca cantidad con movimientos envolventes. Nos quedará una masa muy esponjosa. Sacar el molde del frigorífico y poner la masa dentro de él, alisar bien. Meter en el horno durante 50’ hasta que al pinchar con aguja salga seca.

Pasado el tiempo este es su aspecto. Apagar el horno, entreabrir la puerta y dejarlo dentro del horno 15’

Sacar del horno y dejar enfriar por completo. Una vez frío meter en el frigorífico un par de horas.

Para el almíbar de fresas necesitamos: 250 gr. fresas naturales, 60 gr. de azúcar, el zumo de 1 limón. Lavar las fresas, y cortar en trozos. En una cacerola ponemos las fresas, el azúcar y el zumo de limón, mezclar. En cuanto empiece a hervir contamos 2’ y retirar del fuego

Este es su aspecto, dejar enfriar por completo. Desmoldar el pastel. Cubrir toda la superficie con el almíbar

El sabor del relleno y la galleta ….. sin palabras

Muy sencillo de hacer y con un resultado increíble!