Empezamos añadiendo el aceite y aprovechándolo para nivelar la paella, hasta que se quede más o menos en el centro. Encendemos el fuego del centro del paellero suave, y cuando esté caliente tiramos un par de pizcas de sal (para que salpique menos) y las costillitas de cerdo. Sofreímos las costillas hasta que estén bien doraditas.

Cuando las costillas están doradas, las ponemos con la cuchara en el borde de la paella, y en el centro, sobre el aceite, añadimos el tomate triturado. De nuevo lo sofreímos durante 7-8 minutos, removiendo de vez en cuando e integrándolo con las costillas.

Una vez el tomate está sofrito, añadimos la coliflor cortada a trozos y removemos para integrarla. Añadimos sal sobre ella y la cocinamos durante unos 10 minutos.

Después de sofreír la coliflor añadimos agua hasta los bordes del caldero (que es como llamamos en Valencia al recipiente de la paella), como veis en la primera foto. Añadimos una pizca de azafrán, removemos y subimos el fuego. Esperamos a que hierva el caldo y dejamos que se reduzca hasta que se vean los clavos de las asas del caldero (como en la segunda foto). En este momento probamos el caldo y corregimos de sal sin miedo, que la coliflor es muy dulce.

Añadimos el arroz y removemos para que esté bien repartido por la paella y todo cubierto por el caldo. Bajamos un poco el fuego y desde este momento contamos 20 minutos de cocción! Iremos controlando el fuego en función de como lo vayamos viendo: si a los 10 minutos veis que queda poco caldo, bajamos el fuego al mínimo, y si hay demasiado lo subimos.