Lo primero es que haremos son las natillas para que se nos vayan enfriando

Para ello seguimos los pasos del fabricante ponemos azúcar en la leche y cuando esté hirviendo diluimos el contenido del sobre en un vaso de leche que no pondremos al principio para diluir el sobre y evitar que nos queden grumos.

Añadimos a la leche, un trocito de corteza de limón de azúcar yo puse 5 cucharadas soperas aunque el fabricante pone 8 ya que como las galletas rellenas van rebozadas en azúcar y canela me pareció demasiado dulce. Pero cada uno que lo haga a su gusto. También le puse un trocito de canela en rama a la leche y cuando empezó a hervir saque la cáscara de limón y la rama de canela.

Una vez las tengamos hechas lo dejaremos enfriar bien, para así poder rellenar las galletas. Es conveniente también hacerlas algo más espesas de lo normal así que para conseguirlo solo tendremos que añadir un poco menos de leche (con medio vaso menos de leche es suficiente)

Ahora cuando ya esté frío vamos pasando cada galleta por leche y después por huevo batido e iremos rellenando cada una y con la otra galleta la pondremos encima para cubrir.

Una vez las tengamos todas rellenas ponemos en una sartén amplia y aceite. Yo puse de oliva porque es el que gasto siempre, pero se puede hacer con aceite de girasol

También tenemos que tener cuidado de que el fuego no esté muy caliente, ya que se queman enseguida.

Ponemos un plato hondo con azúcar y canela en polvo para una vez que han salido de freír las pasamos por los dos lados; por el plato hondo de azúcar y canela. Dejamos enfriar y listo.