En primer lugar, vamos a cocer la patata. La ponemos en un cazo cubierta con agua y una media cucharadita de sal. Cuando rompa a hervir la dejamos cocer 30 minutos o hasta que al pincharla notemos que está tierna.

Por otro lado cocemos el huevo. Hacemos igual que hemos hecho con la patata, pero con 12 minutos será suficiente para que esté bien cocido por dentro.

Lavamos y cortamos en trocitos muy pequeños el pimiento verde. Pelamos y picamos también la cebolla.

En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite a calentar y echamos la cebolla y el pimiento. Rehogamos a fuego medio unos minutos, hasta que veamos que las verduras están tiernas.

Pelamos la patata y el huevo.

En un bol ponemos la patata y la chafamos con un tenedor. Añadimos el atún escurrido, las olivas picadas, las verduras que habíamos rehogado. Picamos el huevo y lo añadimos. Salpimentamos al gusto. Y por último añadimos 3 o 4 cucharadas de salsa de tomate para ligar toda la masa. No debe quedar muy líquido.

En el centro de cada oblea ponemos un poco de relleno, no demasiado ya que de lo contrario nos costará cerrarlas bien y el relleno se saldrá durante el cocinado.

Cerramos las empanadillas y sellamos con ayuda de un tenedor.

Las podemos freír en aceite bien caliente o hacerlas al horno como voy a hacer yo. Así quedan más ligeras.

Precalentamos el horno a 200 grados con calor de arriba y abajo. Colocamos las empanadillas en una fuente o placa para el horno forrada con papel vegetal. Las Pincelamos un un huevo batido. Si os gusta podéis poner por encima unas semilla de sésamo.

Horneamos 12-15 minutos o hasta que veáis que están doraditas.