En primer lugar, preparamos los ingredientes para el marinado de las alitas. Para ello mezclamos en un bol la salsa de soja con la miel de flores, y lo rebajamos con un poco de agua para que nos quede lo suficientemente líquida para empapar el pollo y que absorba los sabores adecuadamente. Podemos variar las cantidades a nuestro gusto, depende de la intensidad que busquemos. Lo ideal es dejarlo marinar mínimo dos horas, aunque os recomiendo dejarlo de un día para otro.

A continuación elegimos un recipiente plano apto para horno y lo untamos con un poco de aceite de oliva para que no se peguen las alitas. Colocamos las alitas ya bien marinadas en la salsa de soja y miel procurando que la piel quede hacia arriba, para que nos quede crujiente. No será necesario utilizar sal gracias a la salsa de soja.

Precalentamos el horno a 200º y las dejamos hornear a media altura con calor arriba y abajo durante al menos 40 minutos, hasta que veamos que la piel está bien crujiente y doradita.