Focaccia sin amasado en freidora de aire

En un bol amplio, ponemos el resto de ingredientes. Las dos clases de harina, la sal y encima vertemos nuestra levadura que ya estará disuelta en el agua.

Ahora mezclamos todo muy bien, lo más cómodos es con la mano ya que con las varillas al final empieza a pegarse todo.

Cuando esté bien mezclado cubrimos con un paño y dejamos que fermente durante 30 minutos aproximadamente. Veréis que dobla su tamaño.

Pasados los 30 minutos cubrimos con un papel film, de aluminio o en mi caso con cera de abeja y llevamos al frigorífico hasta el día siguiente. Si tu nevera es de aire mejor no uses el papel de cera de abeja porque deja respirar los alimentos y es posible que la capa de arriba de tu focaccia se reseque. Yo lo he puesto en la zona de mi frigorífico sin aire.

Al día siguiente, sacas la masa, y usas la cantidad que necesites, el resto la puedes seguir conservando en el frigorífico. La aplastamos sobre una sartén, que puedes pincelar con un poco de aceite para que no se pegue y que además sea apta para horno. Colocamos nuestra focaccia encima, aplastamos con los dedos para hacer agujeritos y podemos poner encima las especias que más nos gusten. En mi caso he puesto hojas de romero, sal y un poquito más de aceite de oliva.

Ponemos durante 5 minutos al fuego para que se haga un poco por debajo y luego llevaremos durante 15 minutos o hasta que nos guste el dorado al horno, en mi caso la he puesto en la freidora de aire caliente, sin precalentar antes a 200º. A mí con esta masa me han salido 3 focaccias como las de la foto.