En un bowl colocar la harina, hacer un huevo en el centro y añadir la levadura seca, una cucharada de azúcar y una parte de la leche tibia disuelta la miel, y mezclar sólo el centro para disolver la levadura con cuchara de madera, dejar tapado unos 10 a 15 minutos para que se active la levadura, viendo esponjada, luego de esos minutos.

Volvemos al bowl de la masa, incorporar los huevos, el aceite, el azúcar restante, la pizca de sal, la ralladuras de naranja y de limón y la leche tibia restante, mezclando bien hasta conseguir integrar la masa.

Una vez integrada la masa, la volcamos en la mesada y agregando sólo un poco de harina amasamos, dándole golpes a la masa para airear y darle elasticidad, dividir la masa en 2, pesarán 600 gr cada una. La dejamos descansar tapadas, hasta que dupliquen su volumen, unos 45 a 60 minutos aproximadamente.

Tomamos uno de los bollos y sobre la mesada apenas enharinada estiramos en rectángulo, colocamos en un extremo parte del relleno de ricota, añadimos el chocolate rallado grueso, yo utilicé uno relleno con maní, y salpicados con unos chips de chocolate, arrollamos con cuidado, hasta formar un rollo que dejaremos la terminación de la masa en la base, para que no se abra, y unimos los dos extremos, metiendo uno dentro del otro

Con cuidado lo introducimos en el molde previamente engrasado con rocío vegetal o aceite, aplastamos con las manos para que se distribuya parejo, hacemos unos cortes con un cúter, superficialmente, tapamos y dejamos leudar unos 30 minutos aproximadamente.

Pincelar con huevo batido y llevar a horno suave 170° unos 15 a 20 minutos, colocar la crema pastelera y volver al horno unos 10 a 12 minutos para terminar la cocción, verificando con un palillo que debería salir son adherencias. Pincelar con un almíbar para que le dé brillo y humedad, y coloqué unos maní con chocolate por arriba, podrían ser almendras, nueces o cerezas. O decorar con chocolate cobertura.