En una batidora potente moler el plátano hasta que quede un polvo lo más fino posible (a mí no me quedó muy fino).

En un bol mezclar con unas varillas la harina de plátano con la panela y la canela.

Añadir el aceite y poco a poco el agua que se considere hasta que la masa se pueda moldear con las manos. Amasar hasta formar una bola.

Opcionalmente tapar el bol con un trapo y dejar reposar la masa en la nevera durante 1 hora (francamente ignoro si este paso sirve de algo con una harina como esta y sin bicarbonato ni nada parecido, pero yo lo hice).

Extender la masa sobre una bandeja de horno, cortar las galletas con moldes y hornear a unos 150º durante unos 15-20 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.

Dejar enfriar las galletas antes de consumirlas para que estén más consistentes, conservarlas en un recipiente hermético en la nevera y consumirlas en un máximo recomendable de unos 5-7 días.