Para la masa, echamos en un bol la harina junto con el aceite de oliva y la sal. En un vaso, mezclamos la levadura junto con el azúcar y un poquito de agua templada. Una vez haya fermentado la levadura, añadimos esta mezcla al bol y amasamos con agua templada hasta obtener un aspecto uniforme. Dejamos reposar la masa.

En una sartén, rehogamos las verduras con un poco de aceite de girasol y una pizca de sal. Cortamos las olivas en circulitos y las reservamos.

Una vez sofritas las verduras, cogemos la masa de pizza que hemos preparado y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta obtener una altura de unos 2cm. Con ayuda de un vaso o un molde en forma de círculo, cortamos la masa para obtener las mini pizzas.

Precalentamos el horno con calor arriba y abajo. Colocamos papel de horno en la bandeja y vamos colocando las pizzas.

Pintamos las pizzas con salsa de tomate, añadimos las verduras sofritas, las olivas cortadas en circulitos, el queso rallado y el orégano.

Metemos la bandeja al horno con calor sólo abajo hasta que se cueza bien la masa. Después, encendemos el calor arriba y dejamos que se funda el queso y se dore.