El primer paso es (si tenemos limpias las carrilleras) lavarlas bien y secarlas. Después salpimentamos, las pasamos por harina y las doramos por las dos caras para sellarlas y que posteriormente no pierdan sabor. Una vez hecho con todas, reservamos.

En una cazuela grande (yo utilizo una de 24 cm) ponemos un chorro de aceite de oliva virgen extra para pochar las verduras que vamos a cortar, no es necesario cortarlas muy pequeñas ya que después las trituraremos.

Una vez pochadas las cebollas, puerro, ajos y zanahorias vamos a añadir la hoja de laurel y el vaso de vino tinto con el fuego fuerte para evaporar el alcohol. Añadimos las carrilleras y cubrimos con los dos vasos de agua aproximadamente.

Tapamos la cacerola y dejamos todo a fuego medio-suave durante aproximadamente una hora y media.

Trituramos las verduras con el agua y el vino para que quede una salsa fina y añadimos la nuez de mantequilla y añadimos las carrilleras de nuevo y ponemos el fuego suave de nuevo.

Una buena forma de presentar sería con unas patatas paja o cualquier tipo de patata frita. Muy importante un buen pan porque la salsa queda muy muy rica y siempre apetece mojar. Y a disfrutar!!