En primer lugar preparamos la salsa para untar el pan de molde, lavando y troceando el tomate, añadiéndole aceite y sal al gusto, triturándolo posteriormente con la batidora.

Con la ayuda del rulo de estirar la masa, aplastamos ambas rebanadas de pan de molde, hasta prácticamente doblar su tamaño. Untamos una cara de ambas rebanadas con la salsa de tomate preparada.

Colocamos cada rebanada sobre un trozo de plástico de cocina y sobre cada rebanada colocamos una loncha de jamón dulce y una hoja de lechuga. Enrollamos la rebanada sobre sí misma, formando una especie de canelón y mantenemos su forma con ayuda del plástico.

Guardamos en la nevera un par de horas, para que el pan memorice su nueva forma (yo lo dejé poco rato por eso no ha quedado muy bien). Pasadas ese par de horas o más, picamos finas unas hojas de lechuga, partimos en dos los tomates cherrys y añadimos los encurtidos a dos bandejas individuales.

Quitamos los plásticos a nuestros rollitos de pan de molde y cortamos cada rollito en cuatro rodajas, colocando una de ellas en cada esquina de nuestra bandeja. Aderezamos la ensalada con sal, aceite y vinagre.