En un bol amplio echamos el huevo, el azúcar glass y la mantequilla a temperatura ambiente (si la sacamos de la nevera la metemos en el microondas 30-45 segundos) y mezclamos muy bien con ayuda de unas varillas eléctricas. Agregamos la harina tamizada (yo la eché en 3 tandas) y con ayuda de una espátula mezclamos bien. Añadimos la esencia de vainilla y volvemos a mezclar.

Para asegurarnos de que todo se ha mezclado bien usamos las varillas eléctricas y os van a quedar una especie de migas, no pasa nada, vamos a seguir. Añadimos las pepitas de chocolate (yo eché 4 puñados, pero la cantidad es al gusto) y con ayuda de una espátula mezclamos bien, veréis que las migas se van uniendo y obtenemos una masa poco pegajosa. Dividimos la masa en 2, las envolvemos en papel film y dejamos reposar 30 minutos en la nevera.

Llevamos nuestra bandeja al horno y dejamos que nuestras galletas se hagan unos 15-20 minutos, las sacamos cuando veamos que empiezan a tomar un color dorado. Dejamos que templen en la bandeja del horno unos 5 minutos y luego las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriar.

Ya tenemos nuestras galletas listas. Si las guardáis en una caja de metal aguantan casi una semana. Espero que os gusten!!