En primer lugar, a mí me gusta limpiar la carne y retirar las partes de tendones, nervios o algún hueso que pueda traer. Colocar la carne en un plato.

Utilizar una olla grande y añadir un poco de manteca de cerdo y poner a calentar. Rehogar los trozos de carne en tandas, e ir añadiendo manteca cada vez. Cuando la carne esté dorada la reservamos en un plato.

En la misma olla, agregamos otro poco de manteca y vamos a dorar los ajos troceados.

A continuación, añadimos la cebolla troceada y la pochamos unos minutos. Luego echamos la zanahoria cortada y lo rehogamos todo.

Añadimos la hoja de laurel a la olla y cuando han pasado unos minutos y las verduras se han pochado, agregamos el tomate triturado. Movemos bien para que no se pegue.

Luego echamos la carne, regamos con el vaso de vino y dejamos evaporar el alcohol.

Ponemos pimienta negra molida, sal al gusto y cubrimos la carne de agua. Seguimos cocinando a fuego medio.

Continuar la cocción durante 50 minutos aproximadamente, removiendo constantemente para que no se agarre el guiso. Cuando pase ese tiempo, probar el punto de la carne. Si está tierna, retirar del fuego. Si continúa dura, seguir cocinando unos minutos más. Rectificar de sal si fuera preciso. Emplatar y comer. ¡Buen provecho!