Separar las claras de las yemas en dos boles diferentes.

Seguidamente, en el bol donde tenemos las yemas, vertemos el yogur de limón y removemos bien. Luego, añadimos el aceite. Y, ala, removiendo que es gerundio, por un rato más.

Después, incluímos en la mezcla la harina, el polvo de hornear, la ralladura del limón y la esencia de vainilla. Removemos oootra vez.

Recuerda que también puedes exprimir un poco de jugo de limón en la mezcla si te va el ácido tanto como a mí y sentirte así:

Cuando hagamos la famosa prueba del cuchillo y lo saquemos limpio del bizcocho cual Arturo con Excalibur, lo sacaremos del horno y lo dejaremos enfriar durante diez-quince minutos.

¡Y ya estaría! Está delicioso comerlo con una buena taza de chocolate, café o té para esas meriendas cozy de estar bien repantingado en casa. Si te apetece endulzarte la vida, mi Mamuchka te recomienda acompañar el bizcocho con un poco de nata montada (casera o en spray, como gustes).

¡Si tu madre cuenta con algún truquillo culinario que yo sea digna de conocer o quieres contarme qué te pareció esta receta, no dudes en dejármelo escrito en un comentario!

¡Que aproveche! 😋❤️