Pelamos las manzanas, 2 de ellas las cortamos en láminas de 3mm aproximadamente de grosor, las otras 2 manzanas las cortamos en trozos menudos y las dejamos en agua con zumo de limón.
El molde donde la vamos a hornear ponemos papel de hornear en la base interior, enmantequillamos y después la enharinamos el molde por la parte interior; Por fuera le ponemos 2 capas de papel de aluminio y reservamos.

Ponemos en una sartén el azúcar, el zumo de limón y el agua; Mezclamos un poco y lo dejamos cocer hasta que esté de color rubio claro, rápidamente vertemos el caramelo en el molde, seguidamente colocamos las manzanas laminadas sobre el caramelo en orden antes de que endurezca el caramelo y si sobran láminas de manzanas las cortamos menudos y las incorporamos a las que ya tenemos troceadas menudo y reservamos.

Batimos los huevos con el azúcar y la vainilla, con varillas eléctricas unos 7 minutos o hasta que tripliquen su volumen; le añadimos el aceite y batimos a velocidad lenta, tamizamos la harina con la levadura en polvo y lo incorporamos a la mezcla anterior batiendo a velocidad lenta hasta que se integre; Después añadimos las manzanas troceadas menudo, mezclamos bien con la masa y vertemos en el molde sobre las manzanas laminadas de la base, repartimos bien y llevamos a hornear.

Horno precalentado a 170ºC (340ºF) con calor arriba y abajo sin aire horneamos a 170ºC de 45 a 55 minutos o hasta que esté cocido (comprobaremos pinchando con un palillo hasta que salga limpio).

Cuando este cocido lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar; Una vez fría retiramos el aro exterior y colocamos una bandeja sobre el bizcocho, le damos la vuelta y retiramos la parte de abajo del molde y el papel de hornear y lista para disfrutar. ¡Probadlo os va a encantar!