Batir la manteca pomada con el azúcar y la esencia de vainilla a blanco.

Batir aparte las claras hasta que estén espumosas y agregarle la leche mezclada con el jugo de limón. Seguir batiendo hasta que todo esté incorporado.

Agregar la mezcla anterior a la manteca con el azúcar de a poco y luego la harina también por partes.

Batir hasta que todo esté homogéneo.

Precalentar el horno a 180 grados.

Separar partes iguales en 6 bowls y teñir cada una con los colores del arcoíris.

Enmantecar y enharinar un molde de unos 20 cm de diámetro.

Colocar de a un color en el centro del molde hasta terminar todos.

Hornear por aproximadamente 30 minutos. Enfriar.

Hacer el relleno batiendo la manteca pomada, el queso crema y el azúcar impalpable hasta que quede una crema homogénea y suave.

Cortar la torta por la mitad y rellenarla con la crema.

Cubrir la torta con la crema restante y poner los sprinkles en los bordes.