En primer lugar se trocean las fresas y se exprime el limón.

Posteriormente se ponen en una cazuela todos los ingredientes y se deja cocer a fuego lento durante media hora (con la tapa puesta).

Una vez pasada la media hora se retira la tapa y se deja media hora más. Durante este tiempo debemos mover de vez en cuando para evitar que se pegue y aplastar las fresas para que la mermelada quede menos grumosa. (En el vídeo os muestro como)

Por último, se aboca la mermelada en un recipiente de cristal peviamente esterilizado al baño maría y, cuando se enfríe, se mete en la nevera. Y con esto ya tenemos lista nuestra mermelada casera light!

Para finalizar, si os interesa saber el perfil nutricional, os recomiendo pasaros por el blog.