Ahora vamos a mezclar los ingredientes líquidos (huevos, AOVE) con los dátiles, en la picadora o procesador, hasta que se integre todo bien. Añadimos a los ingredientes sólidos, y mezclamos bien. Al principio le cuesta integrarse, pero conseguiremos una masa compacta.

Ahora procedemos a extender la masa sobre una superficie lisa y limpia con la ayuda de un rodillo. Yo lo he puesto sobre un papel de horno. Si la masa se nos queda pegada al rodillo, podemos espolvorear un poco de harina por encima. Una vez extendida la masa con el grosor deseado para las galletas, pasamos a cortar las mismas con un molde cortapastas, y las vamos colocando sobre papel de horno en la bandeja.

Así de bonitas quedan al salir. Pero las vamos a poner aún más bonitas, decorandolas un poquito.

Para ello, he elegido hacer una crema de avellanas, con y sin cacao. Simplemente se trata de triturar las avellanas en una picadora o procesador de alimentos hasta que suelten su aceite y se haga una crema de textura suave. Una vez tenemos la crema, añadimos 6 dátiles y seguimos triturando hasta integrar todo bien. Retiramos la mitad de la crema, y añadimos una cucharada de cacao puro, de nuevo trituramos.

Con nuestras cremas de 2 colores pasamos a decorar las galletas. Para ello, he cortado una manga pastelera de plástico, ya que la cantidad a usar es poca, y he decorado cada galleta haciéndole unos dibujos en el vestido etc. Esta crema no queda dura como un glaseado, por lo que hay que tener cuidado y no poner unas galletas encima de otras.