Ponemos a calentar la leche a fuego lento junto con la cáscara de limón y la ramita de canela. No hay que dejar que hierva.

Añadimos también 6 cucharadas de azúcar y un vial o una cucharadita de esencia de vainilla.

Una vez templada la leche mojamos bien el pan y dejamos que rechupe toda la leche. Así nos quedarán más jugosas. Es importante que la leche esté templada o incluso fría porque si la echamos muy caliente se nos romperá el pan.

Batimos bien los 5 huevos y vamos bañando el pan con mucho cuidado para que no se nos rompa.

Calentamos abundante aceite y vamos friendo las torrijas hasta que queden doraditas por ambos lados. Según vayan estando hechas las pasamos a una bandeja con papel de cocina para escurrir el exceso de aceite.

En un recipiente mezclamos azúcar con canela molida y, una vez frías las torrijas, las vamos rebozando con esa mezcla.