Rehogamos todos los vegetales en una sartén u olla. Por último ponemos la espinaca.

Cuando ya estén bien doradas las verduras, procedemos a agregar los ingredientes para hacer la salsa blanca. Solo hay que ir controlándola al revolverla bien todo el tiempo.

Hacemos un corte en el medio de las pechugas de forma VERTICAL, intentando que no se nos abran de costado para que queden bien rellenas y no se escape la salsa.

Rellenamos las pechugas con la salsa que ya hicimos. Con ESCARBADIENTES las cerramos al finalizar.

Mientras tanto vamos precalentando el horno a fuego máximo.

Damos vuelta y vuelta a las pechugas en el aceite condimentado para que queden bien cubiertas.

Una vez las hayamos remojado, las ponemos en una placa para horno. Acá podemos esperar a que tome sabor el condimento un rato o directamente mandarlas a cocinar.

Una vez metidas al horno, esperamos aproximadamente 30 minutos y vamos dando vuelta a las pechugas para que se cocinen bien de los dos lados. Si quieren pueden agregarles queso o el sobrante de la salsa.

Listo. Buenísimas y bastante simples de hacer, aunque parecen súper elaboradas.

Muy llenadoras, con una mitad de una pechuga grande + una guarnición (en mi caso, arroz) probablemente ya estés queriendo dormir la siesta 😴