En una cazo poner la leche e incorporar el resto de ingredientes. Con una cuchara de madera mezclar bien para que se integren todos los ingredientes.

Cocer la mezcla a fuego medio. Y aquí va el único secreto para un buen arroz con leche: ¡Remover, remover y remover! A medida que la mezcla se va calentando ir removiendo cada 2 o 3 minutos aproximadamente.

Pasados unos veinte minutos cociendo y removiendo probar el arroz para comprobar si está bien cocido, no debe quedar dente debe estar bien hecho pues es un postre y debe ser fácil y agradable de comer.

Una vez esté cocido el arroz verter en los recipientes que vayamos a poner en la nevera. Antes de meterlo en la nevera dejar que baje de temperatura y cada 10-15 minutos ir removiendo para que se termine de espesar uniformemente. Una vez haya bajado de temperatura meter en la nevera o comer templado si se desea.

Una opción de presentación para este postre es servir cubierto con canela en polvo o espolvorear la superficie de azúcar y quemar con un soplete.