En un bowl colocamos la harina junto con el polvo de hornear, sal y pimienta. Mezclamos, hacemos un hueco en el centro y colocamos el aceite. Agregamos el agua hirviendo y comenzamos a integrar con una cuchara, hasta que no quede harina suelta. Una vez haya bajado la temperatura lo suficiente para poder manejar la masa, la bajamos a la mesada y amasamos hasta obtener un bollo liso. Reposar tan sólo 30 minutos a temperatura ambiente, no más.

Transcurrido el tiempo dividimos el bollo en 6 porciones iguales y bollamos cada una de ellas. Mientras se calienta a fuego medio una sartén, de preferencia antiadherente, estiramos la primera tortilla de manera circular, bien fina pero sin que se rompa, no es necesario poner harina, es el secreto para que salgan tiernas. Por practicidad yo utilizo una placa de silicona.

Volvemos a la sartén y ahora sí dejamos que se doren de ambos lados.
Mientras, vamos estirando la siguiente tortillita, ya que en este caso es más fácil así que trabajar en serie.

Y listas! Facilísimo 😊