Cogemos un bol limpio y seco y añadimos la harina sin tamizar.

Seguidamente, le añadimos los 150 gr de azúcar glasé.

A continuación, cogemos una varilla y mezclamos para que se integren la harina y el azúcar glasé y hacemos un hueco.

Seguidamente, le añadimos los dos huevos, la levadura y el azúcar avainillado.

A continuación, mezclamos con la vainilla a mano hasta que se mezclen bien.

Una vez mezclado, le añadimos el aceite de girasol, el aceite de oliva y la puntilla de sal.

Seguidamente, cogemos la lengua y mezclamos hasta que se convierta en una masa.

A continuación, le añadimos los dos yogures y las cinco cucharadas soperas de leche.

Seguidamente, cogemos la lengua de nuevo y volvemos a mezclar con la lengua porque con la vainilla no podríamos diluir la masa y una vez que esté más ligera.

Le metemos la varilla y mezclamos bien durante dos minutos sin parar para que se unifique la masa.

Una vez que consigamos una textura como la de la leche condensada.

Le añadimos las dos cucharadas soperas de fideos de chocolate negro. Si no os gusta el chocolate amargo, le podéis poner el que más os guste pero nunca cacao en polvo porque habría que rectificar los ingredientes.

A continuación, cogemos la varilla de nuevo y mezclamos durante treinta segundos y reservamos en el frigorífico.

Mientras tanto, cogemos dos fuentes grandes y colocamos los envoltorios de papel por si gotea que caiga en la fuente y no nos manche la mesa de trabajo.

A continuación, sacamos el bol del frigorífico y llenamos los emvoltorios unas tres cuantas partes para que no se nos salga a la hora de hornearlos.

A continuación, metemos la fuente en el frigorífico y dejamos reposar durante quince minutos.

Seguidamente, cogemos la otra fuente y los llenamos de igual forma que los otros y le colocamos encima unas pocas de láminas de almendras en el centro y dejamos la bandeja en el frigorífico junto a la otra.

Pasados los quince minutos, cogemos la primera fuente que pusimos en el frigorífico. Seguidamente, ponemos una hoja de papel de horno en una rejilla o bandeja de horno y colocamos ahí los muffins.

Con el horno ya precalentado 180°C, con el calor del horno arriba y abajo, metemos la rejilla y dejamos hornear durante veintidós minutos en mi horno.

Pasados los veintidós minutos, retiramos del horno y las dejamos enfriar antes de guardarlas.

A continuación, sacamos la otra fuente del frigorífico y repetimos la misma operación como estas, solo que estas las dejamos veinticinco minutos en vez de veintidós minutos y listo.