Siempre que vayamos hacer conservas de larga duración, es mejor utilizar frascos nuevos y no utilizados.

En primer lugar, cogemos una cacerola grande, colocamos un papel transparentes para cocinar en el fondo, para que no se rompan los frascos con las vibraciones. a continuación colocamos los frascos, las tapaderas y cubrimos de agua.

Seguidamente, la ponemos en el fuego, tapamos y dejamos esterilizar los frascos durante treinta minutos a partir de que comience a hervir el agua. Para conservas los alimentos, es mejor comprar frascos de cristal nuevos, para que no se nos estropen los alimentos y después del trabajo que cuesta hacerlo, luego nos pueda fallar el vacío a los pocos días de prepararlos. Los frascos ya utilizados, en un sesenta %, fallan las tapaderas y a los pocos días se nos estropean los alimentos.

Mientras tanto, con un pela patatas, pelamos las remolachas y reservamos.

Pásados los treinta minutos, retiramos la cacerola del fuego y con pincho largo o pinzas, sacamos los frascos, las tapaderas y dejamos boca abajo sobre un paño limpio para que escurran todo el agua.

A continuación, cogemos una cacerola grande, le añadimos los tres litros de agua y dejamos que hierva. Una vez que haya hervido, le añadimos las remolachas y la cucharilla de sal fina marina.

Tapamos y dejamos cocer durante treinta minutos a fuego lento. Hay que dejarlas crocanti para que se terminen de hacer durante la conservación en el fracaso.

Mientras tanto, cogemos una cacerola pequeña, le añadimos agua, la sal, el azúcar, la pimienta en grano, el estragón y las ocho cucharadas de vinagre blanco de alcohol.

A continuación, mezclamos bien y dejamos cocer durante veitecinco minutos.

Pásados los treinta minutos, retiramos las remolacha y dejamos tibiar solo un poco en un plato.

Pásados unos tres minutos, cogemos una mandolina, pinchamos una remolacha con el protector y laminamos cada una de ellas y las vamos dejando en un plato grande.

A continuación, llenamos los frascos con las remolachas procurando no tocar con los dedos el interior del frasco a la hora de colocarlas en el interior.

A continuación, retiramos el caldo del fuego y en caliente.

Llenamos los frascos con un cucharón, procurando repartir la pimienta y el estragón por partes iguales en los dos frascos. Este caldo hay que añadirlo hirviendo para que a la hora de cerrar los frascos y ponerlos bica abajo, nos hagan un vacío perfecto.

A continuación, le ponemos las tapaderas y cerramos bien fuerte.

Por último, le colocamos una etiqueta con lo que es y la fecha, que puede ser hasta de un año.