Cupcakes Red Velvet | Especial San Valentín

Primero hacemos la buttermilk y para ello mezclamos el zumo de limón con la leche y lo dejamos reposar.

Mientras tanto, mezclamos la harina, el cacao, la levadura química y la sal en un mismo recipiente.

A continuación, mezclamos el azúcar con la mantequilla con la ayuda de la batidora en un bol y cuando se integren le vamos agregando uno a uno los huevos y mezclamos hasta tener una mezcla homogénea.

Después le añadimos el colorante rojo con un palillo de madera a toda la mezcla y justo después la esencia de vainilla y mezclamos con la batidora hasta que se integre bien.

Si veis que la mezcla no queda suficientemente teñida le vais añadiendo más colorante hasta conseguir el color deseado.

Ahora añadimos la harina, el cacao, la levadura y la sal tamizándolos con un colador y vamos intercalándolos con la buttermilk que hicimos al principio.

Lo añadimos en un par de veces y lo mezclamos todo con la batidora. Si veis que la buttermilk sale como si estuviese cortada no os asustéis porque es así como debe estar.

Por último, mezclamos el vinagre con el bicarbonato y cuando haga espuma lo echamos inmediatamente al resto de la mezcla.

Una vez que tengamos nuestra mezcla acabada precalentamos el horno y rellenamos nuestras cápsulas para cupcakes sin llenarlas demasiado porque pueden subir mucho y deformarse.

Y la metemos en el horno a 180 grados durante 20 minutos aproximadamente.

Para hacer la buttercream, primero batimos durante 5 minutos aproximadamente la mantequilla. La mantequilla estará lista cuando quede aireada y su color sea mucho más blanquecino.

Después agregamos el azúcar impalpable tamizandolo en varios intervalos y mezclamos bien con la batidora.

Por último, añadimos la esencia de vainilla. Cuando nuestra buttercream esté lista la echamos en una manga pastelera, y para que os resulte más cómodo lo podéis hacer apoyando la manga en un vaso.

Cuando nuestros bizcochitos estén listos y se hayan enfriado le agregamos la buttercream con la manga pastelera. Y empezamos desde el centro hacia fuera formando cirulos.