Tortillas de maíz

Aquí en México venden la masa de maíz.

Poner la masa o la harina en un recipiente. Agregar el aceite, la sal y el polvo para hornear.

Agregar el agua y amasar con las manos hasta que se una todo. Si quedara muy aguada se agrega más harina, y si quedara muy dura entonces agregar agua. Las variantes de tortillas depende del ingrediente extra que se le quiera agregar (queso, pipían u otro). Por ello, hay tortillas blancas, verdes, rojas, entre otras. Amasar hasta que ya no quede embarrado el recipiente. Se tapa y se deja reposar media hora. En caso de hacerlas con harina se deja reposar más tiempo, una hora mínimo.

Hacer dos hojas de nailon para hacer las tortillas. Se toma la bolsa nailon y se dobla en cuadro partes y se sigue doblando hasta lograr un pico en el centro, y se corta en el otro extremo que no es el pico. Se desdobla y quedan dos círculos de nailon.

Engrasar con aceite un comal o sartén grueso. Ponerlo a fuego lento para que cuando se ponga la primer tortilla ya esté caliente. Originalmente se le pone agua de cal para que las tortillas no se peguen pero con aceite también se logran.

Tomar una pequeña bola de masa, lo que se tome con los dedos.

Se sigue haciendo las bolas de masa para lograrlas de tamaño similar.

La bola de masa se redondea con las manos. Poner la bola de masa en una de las hojas y se extiende la masa con la palma de una mano y con la hoja se va girando la hoja para formar la rueda de masa, hasta que la rueda quede delgada pero posible de despegar de la hoja nailon. El tamaño es al gusto. El círculo puede ser pequeño, mediano o grande.

Despegar la tortilla de la hoja nailon.

Cocer la tortilla en el comal. Observar que la masa de la tortilla se caliente y cuando se empieza a despegar del comal, voltearla.

Cuando empiece a levantarse se vuelve a voltear.

Cuando se esponja, es señal de que está cocida. Se deja por segundos y se quita para colocarla en un recipiente.

Se van colocando una encima de otra.

Se conservan en un recipiente envueltas en una servilleta para conservar su calor, que no se endurezcan y se encuentren blandas y propias para comer en tacos. Resultaron 16 tortillas, quizás porque me quedaron no muy delgadas.