La verdad, es que el caramelo que quedó poco espeso, no sé si fue la leche o por ponerle demasiada leche, habitualmente se hace con agua, pero la cuestión es probar cosas nuevas, aunque después no salgan como uno espera.

Colocamos a fuego flojo una sartén, en la cual introducimos el azúcar, la leche y el colorante alimentario.
Una vez descongeladas las coles cocidas, pinchamos cada col en un palillo y las pasamos por el azúcar caliente, posteriormente colocamos el otro extremo del palillo en un trozo de porex pan (corcho blanco de cualquier embalaje), para que se nos seque el azúcar.

Como el tomate es ácido, pensé que también podría quedar bien caramelizado, por lo cual, también probé con unos pocos tomatitos pasándolos también por el azúcar de la sartén, con la ayuda de un palillo.

A pesar de no quedar como esperaba, quedaron con una delgada capa de azúcar, tanto las coles como los tomates, que les da un sabor muy interesante.
Próximamente os subiré alguna receta de banderillas donde combino las coles y los tomates caramelizados con otros ingredientes.