Ponemos en una cazuela un dedito de agua del grifo y encima añadimos el medio litro de leche y lo dejamos a fuego hasta que empiece a hervir.

Añadimos los 50gr de sémola de trigo poco a poco, el azúcar y el chorrito de esencia de vainilla, bajaremos la intensidad del fuego a medio bajo y no dejamos de remover

A los 5-6 minutos veremos que se forma una masa que está cada vez más dura y que la sémola habrá aumentado su tamaño.

Probamos que esté bien cocida cosa que ocurre bastante pronto porque al ser tan fina se hace enseguida.

Vertemos el preparado en el recipiente en el que vayamos a servir, y dejamos enfriar un poco, una vez templado pondremos el yogur bien mezclado por encima y espolvorearemos el cacao. Es un postre que hay que consumir en el mismo día ya que al día siguiente se endurece bastante.