Primero dividimos el bizcochuelo en 3 partes iguales

Si tenemos que guardarlo o necesitamos emparejar el bizcochuelo cortamos en papel un molde y emparejamos todo, depaso lo que sobra de bizcochuelo nos sirve para arreglar cuando sea necesario.

Comenzamos por rellenos, el durazno lo separamos del almíbar y lo pisamos, le vamos sacando el jugo cuando sea necesario. Al almíbar le echamos un chorrito de vodka para que sea más líquido y lo dejamos en la heladera. El durazno echo puré también.

Las frutillas las tenía congeladas para que no se me echen a perder, si quieren pueden ponerlas en rodajas o las pisan como al durazno.

Batan la crema a mano o con batidora eléctrica, agreguen el azúcar de a poco hasta que se ponga dura, que si inclinamos el bolde la crema no se corra. Si pueden, apoyen el bol sobre otro contenedor con hielos o agua helada, para evitar que se nos corte.

Una vez hecho todo, comenzamos con la capa que eligamos de base (yo siempre elijo la más alta) la humedecemos con el almíbar.

Después cubrimos con dulce leche. La cantidad de dulce de leche es a gusto de cada uno. Con una espátula nos ayudamos a esparcirlo bien.

Cubrimos con la crema que quedó lo más prolijo posible y llevamos a la heladera unas horas para que no se nos deforme ni se muevan las capas.

Con esta salsa decore los bordes que me quedaron desprolijos y escribí el mensaje y un dibujo! Es más fácil si tienen una manga de pastelería, si no, una bolsa o un sachet limpio le cortamos la punta y con eso dibujamos.