Es el momento de pelar cada trozo. Como os decía arriba hemos usado dos técnicas, con un pelador de patatas que es muy fácil. Y con un cuchillo que nos ha resultado aún mucho más fácil.

Con el pelador de patatas: cortamos como si fuera una patata, aunque si en alguna zona se ve aún resto de piel o de la segunda capa damos dos pasadas.

Con el cuchillo: Hacemos un corte en vertical por toda la piel de la yuca, luego metemos el filo del cuchillo en ese corte y hacemos algo de presión.

Vamos a partir cada trozo en bastones, y a la vez que los partimos retiramos del centro la raíz, que es una tira un poco más dura, pero que sale muy bien. Esto a la hora de comerlos si se deja se nos puede hacer bola en la boca.

Ponemos la yuca en el cestillo de la freidora de aire, programamos durante 30 minutos a 200º.

Pasado este tiempo puedes sacar y servir. ¡Estará lista, crujiente por fuera y tierna por dentro!