Comenzamos aliñando la carne, para ello colocamos la carne picada en un bol y le añadimos todas las especies tras salpimentar. Mezclamos hasta integrar todos los ingredientes y dejamos reposar mínimo media hora para que se impregne de todo el sabor.

Pasado el tiempo de reposo añadimos en un bol pequeño un par de cucharadas que extenderemos hasta poder introducir en el centro unos trozos de queso, que luego cubriremos con más carne. Extendemos una de las láminas de hojaldre y en el centro volteamos la carne que acabamos de rellenar con queso.

Hacemos con el resto de la carne un rulo dejando un espacio hasta los bordes. Éste aro también se puede rellenar de queso si os apetece. Lo cubrimos con la otra lámina de hojaldre. Para ayudarnos a darle forma se puede volver a colocar el bol en el centro e ir presionando el resto con las manos hasta que quede ajustado.

Lo sellaremos con un tenedor presionando los bordes. Sin quitar el bol del centro y usándolo como referencia, iremos cortando las particiones. Os recomiendo que hagáis mínimo 12 y sean aproximadamente del mismo tamaño.

Una vez cortadas, se colocarán verticalmente dándole medio giro a cada parte siempre en el mismo sentido. Éste paso hará que parezcan pétalos. Se pinta el hojaldre con huevo batido y con el tenedor se pincha un poco para que durante el horneado pueda salir el aire.

Para darle un toque original y crujiente, se pueden añadir en el centro unas semillas de sésamo a imitación de las pepitas. Lo llevaremos al horno precalentado a 180 grados con la función calor abajo y ventilador o calor abajo y arriba durante 20 minutos, controlándolo y sacándolo cuando esté dorado. Y ya está preparado y listo para comer, aunque frío está también riquísimo.