En primer lugar, trituramos los cacahuetes con la picadora o meterlos en una bolsa, envolvemos la bolsa en un paño fino y machacamos con el culo de un vaso o la maja del mortero. A continuación, rompemos los huevos separando las claras de las yemas.

Batimos las yemas con la mitad del azúcar hasta obtener una crema suave. En una taza, colocamos la margarina y el chocolate troceados y los fundiremos en el microondas a la máxima potencia en tandas de 50 segundos (en el mío lo he hecho en 3 tandas). Debemos hacerlo en varias tandas y no del tirón. Derretimos 50 segundos, sacamos y movemos con una cuchara, volvemos a meter al micro otros 50 segundos, y así hasta que estén completamente derretidos.

Con unas varillas, batimos la margarina y el chocolate ya fundidos y añadimos a la crema preparada anteriormente.

Incorporamos a la crema de chocolate y mezclamos todo bien.

A continuación, mezclaremos la Maizena (tamizada) con el café soluble y los cacahuetes triturados.

Batimos las claras de huevo hasta que estén espumosas, añadimos el resto de azúcar y seguimos batiendo hasta que estén a punto de nieve. Pre-calentamos el horno a 180º durante 10 minutos.

Mezclamos poco a poco con la crema de chocolate.

Vertemos la masa en el molde, espolvoreamos un poco de lluvia de chocolate por encima y colocamos unas mitades de nueces separadas entre si o trituradas. Horneamos durante 35-40 minutos a 180 °C.

Sacamos del horno y colocamos sobre una rejilla para dejar enfriar. Una vez frío desmoldamos y cortamos en porciones.

Podemos acompañar con un poco de sirope de chocolate, caramelo, chocolate derretido o una bola de helado.