Primero hay que lavar muy bien los caracoles con agua. Hay que hacerlo 6 veces para que no tengan suciedad. No suelo echarle sal al agua; si acaso un puñado en uno solo de los lavados.

En una olla con agua, se ponen a fuego muy lento, para sacarles los cuernos. Cuando vemos que ya están quietos, aumentamos el fuego y esperamos a que suelten espuma, que iremos quitando hasta dejarlos sin ella.

Después tiraremos este agua y pondremos agua limpia.

Le echaremos la cabeza de ajo, 3 cucharadas de especias de caracoles dentro de una bolsita de tela blanca, una mata de poleo y coceremos en olla exprés unos 25 minutos. Estos caracoles se pueden usar para diferentes recetas.

Echaremos el aceite en la olla y con el ajo partido a láminas y las cebollas cortadas a trozos grandes, haremos un sofrito durante 5 minutos.

Sacaremos el sofrito y lo echaremos en un mortero, junto con el perejil y lo majaremos todo con la pimienta.

En el aceite que nos queda en la olla, pondremos las patatas cortadas en trozos no muy grandes y el majado y le daremos unas vueltas.

Echaremos el agua hasta que cubra las patatas, el pimentón, los granos de pimienta, 1/2 kg. de los caracoles que hemos cocido, las judías y la sal y lo pondremos todo a hervir unos 30 minutos.

Cuando las patatas estén casi tiernas, le echaremos el vasito de vino y lo tendremos cociendo 5 minutos más.