Añadimos ahora las hojas de laurel, la pimienta en grano, el vinagre y el agua y dejamos a temperatura baja que se vaya cocinando lentamente.

Lo tendremos a fuego bajo alrededor de una hora, sin que llegue a hervir demasiado pero a temperatura constante. Esto dará lugar a una carne súper tierna y muy muy jugosa. Una vez listo podemos meter en botes y hacerlos al vacío para consumir a lo largo del año, o como en mi caso dejar en un tarro de cristal en nevera para consumir en un par de semanas.