Sacamos la mantequilla de la nevera con tiempo, pesamos los 100 gr y la dejamos en un plato esperando que reblandezca un poco a temperatura ambiente (que quede con una textura pomada)

Picamos la mantequilla a cuadritos y la pasamos a un bol grande.

Agregamos el azúcar y movemos. Cuando esté bien integrado, añadimos el huevo y la yema y seguimos moviendo.

Quedará una crema que no termina de compactar, agregamos la ralladura de lima, la vainilla y la harina tamizada la vamos incorporando a porciones mientras removemos.

Por último añadimos la levadura y removemos con la mano. Sacamos la masa del bol y la colocamos en la encimera previamente enharinada.

Amasamos dando forma de bola, envolvemos en papel film y le damos la forma que vaya a tener el molde.

Metemos en la nevera y dejamos durante 1h mínimo.

Mientras preparamos el relleno: pelamos las manzanas y las cortamos finas en forma de media luna. Reservar.

Hacemos una crema batida a mano con las varillas: en un bol agregamos los huevos y las yemas y batimos bastante hasta que quede de un color blanquecino y saque espuma.

Agregamos el azúcar, la maicena, la nata y la leche y batimos con las varillas. Reservamos.

Una vez pasada la hora, sacamos la masa de la nevera y la estiramos con el rodillo, que nos quede de un tamaño que cubra el molde teniendo en cuenta también que tiene que cubrir la altura del borde.

Engrasamos el molde o le colocamos papel de horno, ponemos la masa encima cubriéndolo todo y le vamos dando con los dedos acomodándola bien.

Colocamos la manzana, un gajo detrás de otro, montándolo como más guste

Con la crema que habíamos preparado, la rebatimos un poco y se la agregamos por encima. Movemos un poco el molde para que penetre bien.

En una taza mezclamos parte de nuestro topping: la cs de azúcar y la media de canela (azucanela)

Agarramos un poco de la mezcla azucanela y se la echamos por encima a la tarta.

Llevamos al horno a 180º arriba y abajo y ponemos el tiempo en 45’, pero vamos vigilando y cuando veamos que está medio dorando, sacamos un poco el molde y volvemos a espolvorearle la mayor parte de la taza de azucanela (dejando un pelín para el toque final)

Cerramos el horno y dejamos que acaben los 45’ de cocción que habíamos puesto. Comprobamos que está lista pinchando con una varilla y que salga seca.

Sacamos del horno y dejamos enfriar unos 10’ en el molde.