Súper fácil de preparar y deliciosa receta para hacer en un rato!!!

El asado, usualmente, solo requiere de sal gruesa. Se suele hacer un "chimichurri" para salsear la carne una vez asada o, en algunos casos (en especial cortes de cerdo o de cordero), para marinarla. Para nuestro asado dominical conseguí una estupenda entraña. Y se me ocurrió usar el aceite de romero y ajo para darle un toque. Pero luego, decidí añadirle algo de "humo líquido" y añadir ramas tiernas de romero a las brasas. El resultado: entraña ahumada al romero. En mi estufa a leña, se hizo en pocos minutos.

MI hermano menor, Héctor, es un asador consumado. Hace unos días, estuve por Mendoza y pude degustar uno de sus asados. Entre otras cosas, hizo un matambrito de cerdo al limón, que me encantó. Ayer decidí repetir su receta. Los asadores la prepararán mejor que yo, que tuve un pequeño percance. Pero, salió riquísimo.

Hoy me animé a asar unas mollejas. No me quedaron tan crocantes como hubiese querido, pero resultaron deliciosas, tiernas y para nada "chicoleas", si me entienden. Es la primera vez que las preparo a la parrilla, pero como resultó exitoso (digamos 8/10), comparto la receta.

Los otros días vi un ajo envuelto en papel negro, en una de esas tiendas naturistas. Pregunté qué era y me dijeron "ajo negro". Compré uno para probar, total. Bueno, resulta que sí es negro el propio diente y parece que está cocido de algún modo. Es blandito. Dado que las indicaciones decían que no produce mal aliento, que es más digestivo, etc., decidí usarlo para la corvina a la plancha, una forma fácil, nutritiva y sabrosa de comer pescado.

Unas alitas de pollo deliciosas al limón y con el toque de las finas hierbas.

# Aprendiendo la masa se puede usar para hacer todo tipo de fideos.

Receta rápida para sacar un delicioso plato en pocos minutos

Muy fácil y sabrosa!!

Hace años que no preparaba el pollo al ajillo, un plato que mi abuela y mi madre cocinaban a menudo. Obviamente, mi abuela elegía el pollo a la mañana temprano, cuando recogía los huevos, lo faenaba y dejaba desangrar patas arriba. Luego, se sumergía en un tacho con agua hirviendo para desplumarlo; y, después de pasarlo sobre la hornalla para quemar cualquier resto de plumita, se limpiaba y trozaba. Esos pollos criados en semi libertad, tenían muy poca grasa y una piel comestible. Eran otros sabores. Si se sirve entrada, plato y postre, las cantidades indicadas rinden 4 porciones. Como plato único, 2 o 3, según cuánto coman los comensales.