Entibia la leche, el agua y el aceite. Coloca la harina en un bowl y agrega la sal. Añade el líquido a la harina poco a poco mientras amasas e integras todo muy bien. Cada harina absorbe de manera diferente el líquido y puede ser que requiera menos.

Una vez lista déjala reposar 25 minutos. Echa un velo de harina sobre la mesada y comienza a amasarla por 10min, esto hará que quede elástica, ahora divídela en 2 bollos para trabajarla mejor; estira el primer rollo en forma rectangular, enharina un poco la superficie de la masa y enrollarla. Esto se hace para que al desenrollarla no se pegue.

Corta el primer rollo en pequeños rollitos de 1.5cm y desenrollala a lo largo, quedará una cinta larga para cubrir el listón de queso.

Con la cinta cubre primero el queso por las caras laterales y luego enróllalo alrededor. Debes hacerlo presionando suave pero muy bien para que no se vea el queso, ya que sinó al cocinarlo puede derramarse si quedan espacios entre las vueltas de la masa. Hazlo con todos los listones de queso.

Calienta aceite y fríelos hasta que doren bien, retira y colócalos sobre papel absorbente. Cómelos calientes. Si te sobra masa envuélvela en papel film y guárdala en la nevera, por 3 días, pero si la vas a usar después simplemente congélala. Dura hasta 2 meses. También puedes congelar los tequeños antes de freirlos, para ello colócalos en una bandeja y envuelve con film.