Es muy importante que nonos pasemos con la cocción y que no nos quede seco. Para ello necesitamos que las rodajas sean más o menos de un dedo de grosor, es la mejor forma de degustar este magnífico pescado azul.

Lo primero es engrasar con aceite de oliva una sartén, grill o plancha y ponerla a calentar a fuego medio-alto. Salamos a nuestro gusto y cuando esté bien caliente, pero sin que llegue a humear, poner a asar las rodajas de atún y dejar que se hagan un par de minutos siempre a la misma temperatura.

Mientras se está haciendo por un lado, engrasamos la cara que queda hacia la superficie con un poco de aceite de oliva. Le damos la vuelta y terminamos de asarlo dos minutos más, dependiendo del grosor de la pieza.

Y ya lo tenemos en su punto, a servirlo enseguida y disfrutar de este exquisito bocado de mar. Buen provecho a todos.