Se rallan los calabacines junto con la cebolla y se ponen en una fuente con sal para que suelten el agua a continuación se pone un cazo al fuego con el agua y la mantequilla hasta que se deshaga la misma

Y se le añade la harina junto con la levadura mezclada se da vueltas hasta que la harina se despegue de las paredes del cazo entonces se aparta del fuego y se sigue dando vueltas la dejamos templar para añadir los huevos cuando la masa haya absorbido el primer huevo se le añade el segundo hasta el cuarto huevo

La masa debe quedar ni muy clara ni espesa una vez esté hecha se coge la verdura y se escurre con las manos para terminar sacando toda el agua y se le añade a la masa lo mezclamos bien y ya se pueden freír en abundante aceite de girasol