Primero haremos el café, le añadiremos licor al gusto, en mi caso utilicé ron, unas 5/6 cucharadas de azúcar y reservaremos para que vaya enfriando.

Comenzaremos con la capa de vainilla, recordad que la nata debe de estar muy fría para que monte bien. Batiremos 6 yemas de huevo con 45gr de azúcar, hasta que se vuelva muy clarita la mezcla.

Añadiremos 500 gr de mascarpone, 6 cucharadas de esencia de vainilla y seguiremos batiendo. Cuando esté todo bien integrado, reservamos.

En un recipiente aparte, montaremos 300 gr de nata con 45gr de azúcar, cuando esté lista lo mezclamos todo con movimientos envolventes a la mezcla anterior y ya tendremos la crema de vainilla.

Ahora para la crema de café haremos los mismos pasos que con la de vainilla (sin la esencia), añadiendo los 8 gr de café soluble a la nata para montarla.

Hora de montar los vasitos.
Nos preparamos el vaso de café que teníamos reservado, las galletas, las cremas (yo las puse en una manga pastelera cada una, para poder repartirlo mejor), el cacao en polvo y la decoración.

Nos ponemos los vasitos en bandejas para después manejarlos mejor para enfriar, cogeremos una galleta y la mojaremos bastante en el café, la ponemos en el fondo del vaso, añadimos crema de café, cogemos otra galleta hacemos lo mismo y acabamos con la crema de vainilla, añadimos cacao en polvo espolvoreando con un colador y para acabar añadimos un Ferrero o la decoración que hayáis elegido.

Metemos en la nevera unas 6 horas mínimo y si es de un día para otro mejor. Y así queda de divino y elegante!