Hoy he aparcado en la calle Jorge Juan, no es que suela fijarme mucho en esos letreros que las ciudades ponen en cada esquinas (bueno, en realidad: sí, sí me fijo) pero recorriendo los escasos metros que me llevaban a mi destino final, me pregunté quién era este señor a quien muchas ciudades honran.
Resumo: Jorge Juan fue un marino, científico, espía y diplomático, que formó parte de la expedición que midió la longitud del meridiano terrestre y fue el primero en certificar que la Tierra no era redonda, sino que estaba achatada por los polos (junto con Antonio de Ulloa). Tras encadenar varios éxitos y con el beneplácito de la Corona española Jorge Juan se instaló en Inglaterra con una doble vida: célebre geógrafo de día y espía naval de noche. Vamos, mejor que cualquier combinación de 007 y Master and Commander.
(Ahora, al cumplirse el 250 aniversario de su fallecimiento, el Museo Naval abrirá la más amplia exposición dedicada a él, hasta la fecha).

(Sumamos esta receta a la Semana de la Dieta Mediterránea. Siendo para el miércoles: hongos).

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