Pelamos la capucha de los champiñones y los laminamos, reservamos algunos enteros que nos servirán de acompañamiento a las croquetas.

Pelamos y cortamos la cebolla en trozos pequeños.

Ponemos un cazo al fuego y diluimos la mantequilla.

Echamos los champiñones, bajamos la temperatura y a medida que se van haciendo irán soltando el agua, caldo que iremos retirando y conservando porque luego lo usaremos, dejamos que se doren, una vez conseguido los pasamos a un vaso batidor.

En la misma cazuela que hemos dorado los champiñones agregamos un poco de aceite y pochamos la cebolla.

Una vez pochada acompañamos a los champiñones y trituramos junto con los quesitos y el caldo que soltaron al freírlos.

Una vez triturado bien volvemos a agregar el relleno en la cazuela de freír los champiñones, echamos el foie y removemos hasta mezclar completamente.

Cuando esté mezclado echamos la harina y la removemos hasta que se dore.

Echamos la leche y volvemos a remover hasta que esté integrada y nos quede una masa que nos permita luego trabajarla, si es necesario le añadimos más leche, rectificamos de sal.

Una vez se despegue la masa de las paredes de la cazuela la pasamos a un plato y cubrimos con film transparente hasta que enfríe y nos permita moldear para hacer las croquetas.

Preparamos el pan rallado y batimos el huevo.

Iremos completando las bolas con la masa y las vamos pasando primero por huevo y seguidamente por pan rallado.

Una vez tengamos todas hechas comenzamos a freírlas una vez doradas las sacamos y las ponemos sobre papel absorbente de cocina para que vayan soltando el exceso de aceite. Cortamos en octavos los champiñones, laminamos los ajos, y los ponemos a dorar.

En el mismo aceite que hemos dorado los ajos hacemos también los champiñones.

Sólo nos resta preparar los platos, ponemos las croquetas junto con los champiñones y los ajos, podemos acompañar de alguna salsa que prefiramos.