En un vaso de batidora añadimos los tres huevos el vaso de aceite el vaso de azúcar el sobre de azúcar avainillado la levadura la matalauva y la ralladura de un limón y lo batimos bien.

Volcamos la volcamos la mezcla en un bol, le añadimos la harina. Mezclamos con la ayuda de una varilla y cuando tengamos una masa compacta la amasamos con las manos.

Amasamos con fluidez para des despegar las de las paredes del bol. Si vemos que se nos pegan las manos espolvorearemos con una pizca de harina y seguimos hasta que quede una masa compacta.

En una sartén grande ponemos aceite de girasol y oliva virgen al 50% de cada uno para que no se nos estropee el sabor de las demás ingredientes porque la masa ya lleva.

Tenemos que freírlas a fuego muy suave para que no se quemen.

Una vez que las hayamos frito en caliente le espolvorearemos canela y las dejamos templar. Las que nos quedamos que lleven azúcar glass. Las guardamos en un recipiente con tapadera y nos durarán 3 días como si fueran recién hechas. Las que vayamos a consumir de inmediato la espolvorearemos con azúcar glass y listo espero que os gusten.